domingo, 22 de enero de 2012

Crecer en el corazón

Crecer en el corazón

Una maestra de primaria, estaba discutiendo con su grupo la pintura de una familia.

En la pintura había un niño que tenía el cabello de diferente color al resto de los miembros de la familia.

Uno de los niños del grupo sugirió que el niño de la pintura era adoptado y una niña compañera suya le dijo:

"Yo se todo acerca de las adopciones, porque yo soy adoptada".

"¿Qué significa ser adoptada?" preguntó el niño y la niña le contestó:

"Significa que uno no crece en el vientre de su mamá sino que crece en su corazón"

domingo, 11 de diciembre de 2011

El tonto del pueblo

Se cuenta que en un pueblo remoto, un grupo de gente se divertían con el tonto del pueblo, un pobre infeliz de poca inteligencia, que vivía haciendo pequeños recados y recibiendo limosnas.
Diariamente, algunos hombres llamaban al tonto al bar donde se reunían y le ofrecían escoger entre dos monedas: una de tamaño grande de 50 centavos y otra de menor tamaño, pero de 1 peso.
Él siempre tomaba la más grande y menos valiosa, lo que era motivo de risas para todos.
Un día, alguien que observaba al grupo divertirse con el inocente hombre, lo llamó aparte y le preguntó si todavía no había percibido que la moneda de mayor tamaño valía menos y éste le respondió:
- Lo sé señor, no soy tan tonto..., vale la mitad, pero el día que escoja la otra, el jueguito se acaba y no voy a ganar más mi moneda.
Esta historia podría concluir aquí, como un simple chiste, pero se pueden sacar varias conclusiones:
La primera: Quien parece tonto.... ¡¡ no siempre lo es!!.
La segunda : ¿Quienes son los verdaderos tontos de la historia?
La tercera : Una ambición desmedida puede acabar cortando tu fuente de ingresos .
La cuarta , y la conclusión más interesante: Podemos estar bien, aun cuando los otros no tengan una buena opinión sobre nosotros. Por lo tanto, lo que importa no es lo que piensan los demás de nosotros, sino lo que uno piensa de sí mismo.............
MORALEJA
'El verdadero hombre inteligente es el que aparenta ser tonto delante de un tonto que aparenta ser inteligente'...

domingo, 6 de noviembre de 2011

el leopardo y su arbol

Hubo una vez en la selva un leopardo muy nocturno. Apenas podía dormir por las noches, y tumbado sobre la rama de su precioso árbol, se dedicaba a mirar lo que ocurría en la selva durante la noche. Fue así como descubrió que en aquella selva había un ladrón, observándole pasar cada noche a la ida con las manos vacías, y a la vuelta con los objetos robados durante sus fechorías. Unas veces eran los plátanos del señor mono, otras la peluca del león o las manchas de la cebra, y un día hasta el colmillo postizo que el gran elefante solía llevar el secreto.
Pero como aquel leopardo era un tipo muy tranquilo que vivía al margen de todo el mundo, no quiso decir nada a nadie, pues la cosa no iba con él, y a decir verdad, le hacía gracia descubrir esos secretillos.
Así, los animales llegaron a estar revolucionados por la presencia del sigiloso ladrón: el elefante se sentía ridículo sin su colmillo, la cebra parecía un burro blanco y no digamos el león, que ya no imponía ningún respeto estando calvo como una leona. Así estaban la mayoría de los animales, furiosos, confundidos o ridículos, pero el leopardo siguió tranquilo en su árbol, disfrutando incluso cada noche con los viajes del ladrón.
Sin embargo, una noche el ladrón se tomó vacaciones, y después de esperarlo durante largo rato, el leopardo se cansó y decidió dormir un rato. Cuando despertó, se descubrió en un lugar muy distinto del que era su hogar, flotando sobre el agua, aún subido al árbol. Estaba en un pequeño lago dentro de una cueva, y a su alrededor pudo ver todos aquellos objetos que noche tras noche había visto robar... ¡el ladrón había cortado el árbol y había robado su propia casa con él dentro!. Aquello era el colmo, así que el leopardo, aprovechando que el ladrón no estaba por allí, escapó corriendo, y al momento fue a ver al resto de animales para contarles dónde guardaba sus cosas aquel ladrón...
Todos alabaron al leopardo por haber descubierto al ladrón y su escondite, y permitirles recuperar sus cosas. Y resultó que al final, quien más salió perdiendo fue el leopardo, que no pudo replantar su magnífico árbol y tuvo que conformarse con uno mucho peor y en un sitio muy aburrido... y se lamentaba al recordar su indiferencia con los problemas de los demás, viendo que a la larga, por no haber hecho nada, se habían terminado convirtiendo en sus propios problemas.

domingo, 23 de octubre de 2011

las 7 maravillas del mundo



 
Aprovechando la difusión que se le está dando a la elección de las nuevas 7 Maravillas del mundo, creo que viene muy bien esta reflexión:

A un grupo de estudiantes de escuela primaria se les pidió que listaran lo que ellos pensaban eran las "7 maravillas del Mundo moderno o actuales". A pesar de ciertas diferencias, los siguientes fueron los que mas votos recibieron:
1. Las Pirámides de Egipto.
2. El Taj Mahajal.
3. El Gran Cañón de Colorado.
4. El Canal de Panamá.
5. El Edificio Empire State.
6. La Basílica de San Pedro.
7. La Gran Muralla China.
Mientras contaba los votos, la maestra notó que había una niña que no había terminado de listar sus sugerencias.

Así que le preguntó si estaba teniendo problemas con su lista, a lo que la niña respondió: "Si, un poquito. No puedo terminar de decidirme pues hay muchas."
La maestra entonces le dijo: "Bueno, léenos lo que tienes hasta ahora y a lo mejor te podemos ayudar".
La niña lo pensó un instante, pero luego leyó: "Yo pienso que las siete maravillas del mundo" son:
1. Poder ver...
2. Poder oir...
3. Poder tocar...
4. Poder probar...
5. Poder sentir...
6. Poder reir...
7. Y poder amar."
El salón se silenció a tal punto que si se hubiera caído un alfiler, se hubiera escuchado. Las cosas simples y ordinarias y que nosotros tomamos como cajoneras, son sencillamente maravillosas!!!
Un recordatorio muy respetuoso :
Las cosas mas preciadas de la vida, no se pueden construir con la mano ni se pueden comprar con dinero.

Anónimo

sábado, 22 de octubre de 2011

las tres pipas


Una vez, un miembro de la tribu se presentó furioso ante su jefe para informarle que estaba decidido a tomar venganza de un enemigo que lo había ofendido gravemente. Quería ir inmediatamente y matarlo sin piedad.

El jefe lo escuchó atentamente y luego le propuso que fuera a hacer lo que tenía pensado, pero antes de hacerlo llenara su pipa de tabaco y la fumara con calma al pie del árbol sagrado del pueblo.

El hombre cargó su pipa y fue a sentarse bajo la copa del gran árbol.
Tardó una hora en terminar la pipa. Luego sacudió las cenizas y decidió volver a hablar con el jefe para decirle que lo había pensado mejor, que era excesivo matar a su enemigo pero que sí le daría una paliza memorable para que nunca se olvidara de la ofensa.
Nuevamente el anciano lo escuchó y aprobó su decisión, pero le ordenó que ya que había cambiado de parecer, llenara otra vez la pipa y fuera a fumarla al mismo lugar.

También esta vez el hombre cumplió su encargo y gastó media hora meditando. Después regresó a donde estaba el cacique y le dijo que consideraba excesivo castigar físicamente a su enemigo, pero que iría a echarle en cara su mala acción y le haría pasar vergüenza delante de todos. Como siempre, fue escuchado con bondad pero el anciano volvió a ordenarle que repitiera su meditación como lo había hecho las veces anteriores.

El hombre medio molesto pero ya mucho más sereno se dirigió al árbol centenario y allí sentado fue convirtiendo en humo, su tabaco y su bronca. Cuando terminó, volvió al jefe y le dijo: "Pensándolo mejor, veo que la cosa no es para tanto. Iré donde me espera mi agresor para darle un abrazo. Así recuperaré un amigo que seguramente se arrepentirá de lo que ha hecho".

El jefe le regaló dos cargas de tabaco para que fueran a fumar juntos al pie del árbol, diciéndole: "Eso es precisamente lo que tenía que pedirte, pero no podía decírtelo yo, era necesario darte tiempo para que lo descubrieras vos mismo".

viernes, 14 de octubre de 2011

Los Defectos


En la antigua Persia vivía un sabio muy respetado por sus discípulos, quienes un día, mientras se hallaban paseando, le preguntaron:

- Maestro, ¿cómo podemos combatir nuestros propios defectos?

El sabio los llevó hacia un lugar lleno de árboles y, una vez allí, ordenó a uno de los jóvenes que arrancara un arbolito de escasa altura. El discípulo lo arrancó sin dificultad con una sola mano. El sabio le indicó enseguida otro árbol más grande, el cual fue arrancado por el joven con más esfuerzo. A continuación trató de sacar un árbol más robusto pero sólo pudo hacerlo con la ayuda de otro compañero. Por último, el maestro indicó un árbol corpulento, al que no consiguió mover de su lugar, el esfuerzo de todos los jóvenes juntos.

- No podemos -dijeron, desalentados-. La tarea resulta superior a nuestras fuerzas. Es imposible arrancarlo.

- Eso es lo que ocurre con nuestros defectos -dijo el sabio-. Al principio, cuando no están bien arraigados, es fácil quitarlos, pero cuando dejamos que echen hondas raíces, entonces sí resulta imposible arrancarlos de nuestro corazón.


miércoles, 12 de octubre de 2011

Las cosas no son lo que parecen

Dos Ángeles de viaje se detuvieron para pasar la noche en la casa de una familia
adinerada.
La familia era ruda y le negó a los ángeles quedarse en el cuarto de huéspedes de la mansión, en cambio les dieron un espacio pequeño en el sótano frío.

Cuando ellos hicieron su cama en el suelo duro, el ángel más viejo vio un agujero en la pared y lo reparó. La noche siguiente el par de ángeles fue a descansar en la casa de un pobre granjero muy hospitalario y su esposa; después de compartir la humilde comida, la pareja de granjeros le cedió su cuarto a los ángeles para que puedan descansar bien.

Cuando el sol surgió a la mañana siguiente los ángeles encontraron al granjero y su esposa llorando. Su única vaca, cuya leche había sido su sólo ingreso, yacía en el campo. El ángel más joven se asombró y le preguntó al más viejo cómo pudo
permitir que esto ocurriese.....
-El primer hombre tenía todo, y todavía tu lo ayudaste... La segunda familia tenía muy poco y estaba dispuesta a compartir todo... ¡Y tú permitiste que la vaca se les muriese...!
-Las cosas no son siempre lo que parecen, contestó el más viejo.
-Cuando nosotros nos quedamos en el sótano de la mansión, noté por el agujero de la pared que había muchos sacos de oro en la habitación vecina. Como el dueño se obsesionó con su avaricia y no era capaz de compartir su fortuna, yo le sellé la pared para que nunca más los vuelvan a encontrar.
- Y anoche, cuando nos fuimos a dormir a la cama de los granjeros, vino el ángel de la muerte para llevarse a su esposa, yo le di en cambio la vaca....Las cosas no siempre son como parecen.

A veces esto es exactamente lo que pasa, todo en la vida tiene su porqué; a veces nos cuesta encontrarlo y otras veces le damos la espalda.

Deja que tu ángel de la guarda te guíe y sé tu mismo, nadie mejor que tú para discernir.!!

Bendice y agradece cada momento vivido, que será la recompensa hacia el futuro.!